martes, 11 de diciembre de 2012

II. SACERDOTES. Integración (2)


2º. Qué es integrarse.
Gramaticalmente, integrar es formar las partes de un todo, completar un todo con las partes que le faltaban, componerlo con sus partes integrantes. Entonces el todo es integro e integrante el que integra. Es en latín "integrum reddere". En la forma "integrarse" vendría a ser la acción de la parte por formar el todo, por completarlo, por hacerlo entero.
Filosóficamente hay matices importantes que conviene resaltar para nuestro propósito. Así integral aplicase a las partes que entran en la composición de un todo, a distinción de las partes esenciales sin las que no puede subsistir una cosa. Es decir, es integrante cuanto es necesario para conservar la integridad del ser y es esencial cuanto es necesario para constituirlo.
Integrarse sería entonces la acción de la parte que se sabe integrante de un todo para que éste mantenga o logre su integridad. Esta integridad no constituye el todo pero si lo completa en lo que es necesario para su acabamiento y perfección. Con un ejemplo se ve claro: hablando en términos clásicos la inteligencia y la voluntad son partes esenciales en el hombre, sin embargo la facultad sensorial auditiva es parte integrante. Sin aquellas no hay hombre, sin ésta no hay hombre entero.
Siendo esto así hay que decir que lo que es esencial no puede integrarse, hablando con propiedad, en el todo pues lo constituye. Todo lo demás, necesario para la integridad del todo, debe hacer el esfuerzo de integrarse en ese todo constituido por su esencialidad. Ambos son necesarios, pero de distinta manera, para la totalidad del todo, uno constituyéndolo ‑sin él no hay todo- otro dándole lo que necesita para que lo constituido esté entero. Una es necesidad esencial, constitutiva, la otra es necesidad completiva sin la que aquella no lograría su plenitud y realización.

No hay comentarios: