He recogido
este conjunto de reflexiones que han ido surgiendo en diversas ocasiones. Unas
motivadas en un cursillo, otras en una charla, otras con motivo de una homilía,
otras en seminarios de diverso tipo y distintos auditorios.
Son temas que
han preocupado. Unos porque chocaban con la racionalidad que deseaban
aplicarles a determinadas verdades, hechos o relatos de los evangelios,
afirmaciones del catecismo, insistencias del Magisterio. En la inmensa mayoría
la preocupación provenía del choque entre el imaginario de muchos, confundidos
con la tradición y una explicitación más racional o más inteligible o más
actualizada de la Biblia o la Teología.
Es este un
esfuerzo que viene de muchos años atrás según
ha ido avanzando el conocimiento bíblico, la reflexión teológica y el
esfuerzo por aproximar fe y razón después de muchos años de confrontarse. Fue
el mismo papa Pablo VI quien indicó a los teólogos la necesidad de profundizar
y manifestar la racionalidad de la fe. Así surgieron obras importantes. También
encíclicas de Juan Pablo II y de Benedicto XVI. Hemos pasado de los temores,
miedos y condenas a la razón a la defensa de la misma frente al auge del
sentimiento, el subjetivismo el
relativismo y la irracionalidad de sectores de la post-modernidad.
Como puede
verse por el índice son temas muy variados y, en la mayoría, no relacionados
unos con otros. Solo tienen en común la preocupación por las distintas verdades que afectan a
nuestra fe o la explicación que tradicionalmente se ha dado y que choca hoy con
el conocimiento actual de la Biblia, la tradición, la historia del dogma y el
avance teológico actual.
Debo decir que
las respuestas dadas siempre han hecho desparecer la inquietud y ha fomentado
un interés mayor, sobre todo por la interpretación bíblica y la teológica.
¿Por qué
lanzarla ahora por Internet?
Aunque son
muchos, y algunos muy solventes, los que me han concienciado a publicarlo, lo
mismo que otros escritos que ya están en internet, hemos optado por ponerlos en
este medio, para que pueda llegar a muchas personas más que a las que puede
llegar la edición de un libro y que han tenido o tienen estas mismas
preocupaciones y que, mediante la edición de un libro les sería muy difícil dar
solución a su preocupación. También porque lo que deseamos es la transmisión
actual de la verdad y así queda a disposición de todo aquel que quiera poder tenerla a su alcance y
utilizarla según le convenga. Porque lo que nos interesa es la difusión de la
verdad, la superación de tantos imaginarios confundidos con la Tradición, y su
difusión para un mejor y mayor conocimiento del Evangelio y de la auténtica
Tradición de la Iglesia.
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