PRIMERA PARTE
En ella
tratamos de descubrir lo que de un modo acrítico, se entiende por
disponibilidad y, desde ahí, buscamos sus elementos integrantes. Lo que nos
permitirá ir viendo qué debe comprenderse en tal concepto y qué no debe
entenderse comprendido en el mismo.
I. Qué es disponibilidad.
a) Si acudimos al diccionario
(1) nos encontramos con varias acepciones del
término: cualidad o condición de disponible, situación de los funcionarios
públicos que se hallan temporalmente sin empleo en espera de que se les destine
y, utilizado más en plural, conjunto de fondos o bienes disponibles en un
momento dado.
Si tenemos en cuenta
que por disponible se entiende "todo aquello de que se puede disponer
libremente o de lo que está pronto a usarse o utilizarse", es claro que
según el mismo diccionario, la palabra es desafortunada para expresar la
realidad que se pretende. Tener la cualidad de disponible sería tanto como
quedar rebajados a la categoría de cosas, prontos a ser usados o utilizados por
alguien. Un contraste con la dignidad que la tradición eclesial reconoce a la
persona, descalifica ésta forma de entenderla. Tampoco somos funcionarios en
expectativa de destino, pues, obtenido el mismo, dejaríamos de estar disponibles.
Entenderla como disponibilidades sería una invitación a la acumulación,
completamente contraria a las actitudes que deben tener los seguidores del
Reino. (2)
Por tanto, el
diccionario no nos ayuda gran cosa para encontrar lo que tratamos de decir con esa palabra.
b) Según la situación que origina
éste interés. Es una situación difícil por la profundidad del cambio
que vivimos y su complejidad, por la necesidad de poner en juego todo el
dinamismo eclesial en función de una evangelización seria y profunda, que
oriente el cambio dándole toda su hondura y ponga las bases de un futuro
inmediato, por la diversificación que la evangelización exige si quiere
responder a la complejidad de la situación, porque somos pocos y la mayoría muy
mayores. En ésta situación, hablar de disponibilidad es lo mismo que decir
"estar dispuestos a evangelizar como la situación requiere" (3). No entramos ahora en contenidos que
posteriormente se irán explicitando.
c) Según el sentir común cristiano
a los sacerdotes se nos identifica siempre por el servicio. Hasta los
marginados cuando acuden a nosotros en su necesidad nos lo dicen sin
miramientos: "ustedes están para eso. Para servir". Es curioso que ni
en el Concilio ni en la literatura religiosa se utilice generalmente la palabra
disponibilidad referida a los presbíteros (4)
y, sin embargo, sí que emplean con profusión la palabra servicio (5). Si a esto añadimos lo que inmediatamente
se nos viene a la cabeza cuando nos dicen disponibilidad, y es libertad —no
estar atado a nada ni a nadie que nos impida el servicio— nos atreveríamos a
decir que lo que, corrientemente, suele entenderse con la palabra
disponibilidad es que seamos libres y estemos libres para servir. Creo que es
esto lo que llana y simplemente está tras dicho término. Un sacerdote debe
estar dispuesto para el servicio del Pueblo de Dios y esto es imposible si está
atado, debe estar libre para dicho servicio. Es tan fundamental en el sacerdote
(6) que en función de ese servicio al Pueblo
de Dios tiene sentido su ascética, su espiritualidad y su vida toda y, sin éste
servicio, no tiene sentido el sacerdocio secular mismo.
No entramos,
ahora, en más detalle. Solamente queríamos descubrir lo que subyace en el
término según este sentir espontáneo y acrítico que sugiere la palabra
disponibilidad.
NOTAS.—
1.- Diccionario de la Real Academia de la
Lengua.
2.- Mt.19, 16-30; Mc.10, 17-31; Lc.18, 18-30...
3.- Ponencia asumida por el consejo
Presbiteral en Mayo 93.
4.- Nos referimos al concepto, muy secular,
aunque su contenido lo encontramos, como se irá viendo a lo largo de esta
reflexión en otros pertenecientes a la rica tradición eclesial como: prontitud,
seguimiento, obediencia, abandono, corresponsabilidad, etc. etc.
5.- LG.18a, 24a. El mismo hecho de llamarlo
ministerio pastoral.
6.- LG.10; PO.3.
No hay comentarios:
Publicar un comentario